¿Tienes una vieja pantalla LCD de un reproductor portátil de DVD y te da pena tirarla? Puedes construir una consola de videojuegos con ella, una Raspberry Pi y unas pocas piezas impresas en 3D.
Introducción
En Niubit teníamos un par de pantallas LCD de 7" extraídas de un viejo netbook y de un reproductor de DVD de coche que ya no funcionaban. Tras una pequeña investigación encontramos que podíamos dar una segunda vida a las pantallas montando con ellas sendas consolas de videojuegos con el estilo de las antiguas máquinas arcade de los salones de videojuegos. Vamos a ver cómo lo hicimos.
Las pantallas
La primera de las pantallas salió de un netbook sencillo que se distribuyó con un periódico hace años. Se trata del Airis Kira N7000.
El netbook había dejado de ser usable al haber quedado el sistema obsoleto y ser prácticamente imposible la actualización a otro más moderno. Tras despiezarlo para ver qué piezas podían aprovecharse, encontramos que la pantalla era bastante decente y que con un sencillo controlador digital se puede convertir en una pantalla HDMI perfecta para ser conectada a una Raspberry Pi. Haciendo una búsqueda por la designación de la pantalla (AT070TN90) en eBay y Aliexpress llegamos a localizar este controlador compatible por unos 14€:
La segunda pantalla salió de un reproductor de DVD de coche para las plazas traseras con pantalla doble, que había quedado desparejada. En este caso la pantalla era de peor calidad y sólo admitía un controlador analógico, es decir que la entrada debía hacerse por video compuesto o RGB. La Raspberry tiene una salida de este tipo escondida en el conector jack de auriculares, así que también nos animamos a localizar un controlador para aprovechar la pantalla en algún proyecto. La pantalla tiene como designación AT070TN07 y tampoco fue difícil localizar un controlador en este caso por 12€:
El proyecto
Una vez que teníamos las pantallas desmontadas y funcionando con los nuevos controladores, era cuestión de encontrar un proyecto interesante y divertido para sacarles partido. Enseguida pensamos en conectarlas a una Raspberry Pi y construir con ellas algún tipo de dispositivo portátil. En un principio se nos ocurrieron cosas como las siguientes:
- Una especie de ordenador portátil con un pequeño teclado como los que se utilizan en los salones para controlar los media centers.
- Una estación meteorológica con unos cuantos sensores atmosféricos.
- Un media center portátil con un mando o control remoto basado en una distribución como LibreELEC.
- Una consola con emuladores de videojuegos retro con un mando estilo arcade.
Nos terminamos decantando por el último. Como siempre que empezamos un proyecto maker en Niubit, no tratamos de reinventar la rueda, por lo que lo primero que hicimos fue analizar si existían proyectos abiertos que pudiéramos aprovechar directamente o adaptar. Así fue como terminamos encontrando éste:
En él encajaban perfectamente las dos pantallas de 7" que teníamos y todas las piezas podían imprimirse con las impresoras 3D que tenemos en Niubit (con áreas de impresión normales de 220x220mm). Sólo nos hacían falta una serie de componentes adicionales fáciles de encontrar:
- Kit de controlador arcade: 8€
- Amplificador de audio mono 3W: 2€
- Altavoz de 8Ω/0,5W: Reciclado de cualquier aparato de radio o juguete
- Tornillería
- Prolongador de cable USB tipo A: 2€. Para replicar uno de los puertos de la Raspberry en el frontal de la consola
- Transformador de corriente 12V/5V: 4€. 12V para la pantalla y 5V para la Raspberry Pi
Además de una Raspberry Pi3 y su correspondiente tarjeta SD para el sistema. En cuanto a este último, existen multitud de distribuciones especializadas que se pueden instalar, como por ejemplo:
En el sistema que elijamos la única modificación que tendremos que hacer es la necesaria para que funcione el módulo amplificador de sonido. En esta página de Adafruit se encuentran los detalles.
Al final nos gustó tanto que terminamos montando las dos unidades que veis al principio del artículo.